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que queda en suspenso para este caso (e), son demostraci?n clara de
nuestra afirmaci?n.
?Habr? : sido causa de estos temores de Felipe V, la creencia, o
por lo menos sospecha fundada de que el Duque de H?jar no, le era
fiel? , Porque en la carta a que ?lt?mamente nos referimos, fechada el
24 de Junio en el Campo Real de Guadalajara, trae hacia el ?ltimo
las siguientes palabras: ?Y el Gobernador y Capit?n General, Duque
de H?jar, lo pondr?is con todo sigilo en seguridad, nombrando en in
terin por vuestro caudillo al sujeto m?s aprop?sito y de mayor esti
maci?n, que est? usado en el manejo de las armas, en interin que,
junto tropas suficientes, as? m?as como de mis aliados, para oponerme
al injusto designio de mis enemigos, y me podr?is responder vuestra
determinaci?n a Burgos.
De esto se desprende que el Rey desconfiaba del Duque supo
ni?ndole traidor a s? causa, aunque no sabemos las razones que ten?a
ni conocemos los informes que del mismo hab?a recibido. Sea de esto
lo que quiera, es cierto que el 3 de Septiembre, dos meses y medio
despu?s de la carta de Felipe V, todav?a continuaba al frente de la
Capitan?a General de Galicia el Duque de H?jar; porque en esta fecha
se dirige de una manera oficial, como tal Gobernador, al Ayuntamiento
de Santiago. Parece por lo tanto que no debi? ser destitu?do y a ello
nos inclinamos. Tal vez la contestaci?n del Ayuntamiento de Santiago
habr? llevado la tranquilidad al ?nimo del Rey, cuyos temores estar?an
fundados en una sospecha vana o en alguna denuncia maliciosa.
Estudiado a trav?s de los documentos que pudimos proporcionar
nos, esta ha sido la parte que corresponde a Galicia en la guerra de
sucesi?n de su mismo territorio. Cuando se desempolven y estudien
los documentos que en otros Archivos, ya sean provinciales, munici
pales o de otras Corporaciones, existan, entonces se podr? hacer la
obra de conjunto, con ` las observaciones cr?ticas que despu?s habr?n
de caber mejor.
Jost COUSELO BOUZAS.
i
(e) Nota E.