DIO 3olel?n de la Real ytcademia Galleg?
No puede clasificarse la m?sica de este canto entre la de las secuen
cias lit?rgicas, aunque l? manera de cantarlo, a dos coros, as? parec?a pe
dirlo. Las secuencias constan; casi todas, de dos o tres estrofas musicales
variadas, que se van repitiendo por orden, y la ?ltima lleva algunos giros
distintos para hacer la cadencia final que cierra la obra. Esta no es as? :
s?lo tiene una estrofa musical para todas las po?ticas, muy caracter?stica
en su g?nero de canto de gesta o de romance de ciego.
A mi juicio, mejor encaja entre los cantos de estructura salm?dica
de estilo ornado o florido; con su initium en las primeras s?labas, su tenor
sobre la dominante la, apoyada en algunos casos con la nota superior in
mediata, y sus cl?usulas o cadencias, las mediantes sobre la tercera del
modo, y la final en la t?nica. Se desarrolla esta melod?a dentro de la escala
del modo j?nico, que he transportado un tono alto para mejorar la tessitura.
La canci?n n?mero 3, de la cual no he podido hallar la letra, tiene
car?cter popular y, a no dudarlo, es nuestra, gallega. El estribillo se com
pleta repitiendo el segundo miembro de la frase de la primera estrofa.
Acaso hayan aplicado los ciegos la letrilla que cantaban a una tocata de
gaita, a juzgar por el aire general y los giros de la melod?a. Tambi?n tiene
mucho de canto de Reyes o de villancico de Navidad.
La canci?n n?mero 4 es ya relativamente moderna; acaso de la se
gunda mitad del siglo xviii. La estrofa, repetici?n de una misma frase,
no carece de cierta gracia y elegancia. El estribillo es de corte muy vul '
gar y de mal gusto.
El n?mero 5 es, a todas luces, un villancico, no bueno, de ?ltimos
del siglo xviii, o a?n de m?s ac?. Se adivina el acompa?amiento a tra
v?s de la melod?a, que no ser?a otro sino una segunda voz en terceras, y:
un sencillo bajo de t?nica, cuarta y quinta. La primera frase es del todo
igual a la m?sica de una antigua tonadilla, cuya letra empezaba:
Pajarito que vienes herido
De la mano de un buen cazador.
No carece, tampoco, de las sistem?ticas repeticiones de motivos, etc.,
para hacer el ritmo enteramente sim?trico, como entonces era de rigor.
(Concluir?.) SANTIAGO TAFALL ABAD.