208 . jolelln de la Real "academia Gallega
Quand nous filmes a Montjoie
F?mes joyeux,
De voir une si belle ?glise
En ce saint lieu,
Du glorieux ami de Dieu,
Monsieur Saint Jacques
Qui nous a taus preserves
Durant ce saint voyage.
La m?sica de estos cantos es muy interesante, sobresaliendo por su
sabor arcaico la del bearnes de los peregrinos de Betharran, y el canto
basto se?alado con el n?mero 6, en la colecci?n de Daux.
A estos cantos y otros muchos de distintos pueblos, que se oir?an
en nuestra Bas?lica, era natural que se asociasen y respondiesen los que
en la ciudad y en las funciones del culto se usaban a diario; as? parece in
sinuarlo el himno Ad honorem Regis summi y otras composiciones que se
hallan en en el c?dice de Calixto II, del cual himno, y hablando de la
transmisi?n oral de estos cantos, dice M. Daux: ?El mas conocido, el
m?s popular de los cantos jacobitas, y el que los peregrinos de toda na
ci?n adaptaron a su lengua, es el himno atribu?do al c?lebre Aimery
Picaud, al cual se cree autor del c?dice compostelano. Este canto reli
gioso comienza por esta estrofa:
Ad honocem Regis summi y
Qui condidit omnia
Venerantes jubilemus
Jacobi magnalia.
?En numerosas estrofas se relatan luego la vida y los milagros del .
Ap?stol protom?rtir (1), repiti?ndose a coro, entre cada una, un estribillo
que recordaba los cantos patri?ticos y religiosos de las guerras santas.
Sobre todo, cuando las caravanas numerosas iban dirigidas por los pres
biteros, los monjes 'o los ermita?os, el entusiasmo se desbordaba, no
s?lo entre los que caminaban hacia Compostela, sino en medio de los
pueblos que les sal?an al paso para saludarlos y bendecirlos. Unos y otros
repet?an
?Fiat, amen, alleluya!
Dicamus solemniter:
? ?E, ultreja! ?E, sus, eja!
Decantemus jugiter.
? Otros muchos cantos contiene el c?dice calixtino : unos, exclusiva
? mente lit?rgicos, destinados al oficio y misas propias de las festividades
del Santo Ap?stol; otros, extralit?rgicos, de m?s complicada forma art?s
(i) En el ejemplar del c?dice de Calixto II que se guarda en el Archivo de la S. I. Cate
. dral de Santiago, no se leen m?s que las cuatro primeras estrofas de este himno, por faltar el
folio que conten?a las restantes. Por fortuna, la primera es la que lleva la notaci?n musical,
que serv?a para todas.