ORIGEN Y SENTIDO DEL HIMNO GALLEGO 53
gen art?stico del mismo con las observaciones que le hace Veiga
sobre la acentuaci?n de los versos, necesaria para la composi
ci?n de la m?sica.
En las estrofas de Pondal no faltaba ritmo. Lo que ocurr?a
era que el poeta, con una inquietud vanguardista, no se ajus
taba a los preceptos po?ticos o normas acad?micas, sino a los
impulsos de su alma y percepciones irracionales y abstractas
que mov?an su pluma a la procura de lo eterno y trascendental
existente en la protohistoria de Galicia.
Esta segunda carta de Pascual Veiga tampoco es aut?grafa,
con excepci?n de su firma y r?brica. Esta es su transcripci?n:
Orfe?n Coru??s, n?m. 4.
Comisi?n Organizadora del
Certamen Musical.
La Coru?a, 7 de abril de 1890.
Sr. D. Eduardo Pondal.
Muy se?or m?o y respetable amigo: He recibido con su
atenta grata del 5 sus hermosas estrofas y me apresuro a
enviarle las gracias m?s expresivas, tanto por su pronta
y fina atenci?n en satisfacer mis deseos, cuanto por su ex
quisita amabilidad por los conceptos favorables que su ci
tada misiva encierra para esta Sociedad.
. Quisiera, sin embargo, abusando de su confianza, tu
viese la bondad de hacer unas peque?as correcciones en
lo que respecta a la acentuaci?n, puesto que se trata de
una poes?a l?rica y esta clase de composiciones exigen una
simetr?a perfecta en los acentos para que el ritmo musical
se incruste, dig?moslo as?, en la letra, a fin de que apa
rezca ?sta sin quebrantamiento alguno en su forma gra
matical.
As? es que se amoldar?a perfectamente que la primera
cuarteta se compusiera de la siguiente forma: los tres pri
meros versos exactamente iguales al 1.0 que empieza:
"Que din os rumorosos"
y el cuarto tal como est?, o sea:
"Do pr?cido muar."