IOL?T?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 65.
Mallorca, como si con aquella visita quisiera despedirse D. Marcelo
de la hermosa isla? y algunas notables consideraciones persona
les, El respeto a la memoria del maestro, acrecido por la concien
cia de la notable pulcritud con que D. Marcelo dispon?a las p?ginas
destinadas a la publicidad; no nos deja reproducir ?stas, admirables
y vivas, al no encontrar en ellas ninguna indicaci?n que aun lata
mente autorice a: pensar que el autor las escribi? para la imprenta.
Pero no resistirnos al deseo de alg?n recuerdo de ellas.
Viaj? en coche con un amigo que . no nombra. En Manacor,
donde se detuvieron un d?a, oyeron hablar muy mal de los ?buti
,; farras ? ?los ricos? de Palma. Hubo tres sustos en el camino.
En plena noche el . carruaje fu? detenido por una turba que vocife
raba. Eran , no bandidos ni pueblo agitado, sino los familiares y
amigos de. un soldado licenciado al que esperaban. Al pasar. un
riachuelo a hombros? de ?payeses?, al amigo se le cay? al agua una
hermosa fosforera en forma de reloj, y en la fonda de Art? dej?
D. Marcelo, debajo de la almohada, la cartera con todo su peculio,.
la que le fu? devuelta intacta por la criada de la fonda al regreso.
La descripci?n de las grutas es hermosa y detenida. El gu?a
~'. dec?a: ? Tots els senyors que venem ass? dignen el m?n es mes
vell que no s'pensan! ? Don Marcelo agrega algunas reflexiones:
??Yo, sentado en el ?ltimo escal?n, fija la vista en la inmensidad"
de las aguas, exclamaba;
La Cartuja de Valldemosa es la mansi?n del creyente. Q. Las
cuevas de Art? son' la morada del fil?sofo.
El silencio de la Cartuja es el silencio de las tumbas. El silen
, cio de las cuevas es el silencio de lo sublime. All?,se ora. Aqu?
se admira.
En la Cartuja se sube al cielo en alas de la Fe. De las cuevas
se llega a Dios en brazos de la Naturaleza.
Aquello es un santuario. Esto es una maravilla.?
En la futura biograf?a de D. Marcelo que alg?n d?a; Dios
mediante, tal vez se escriba? no ser? el menos interesante el cap?
tulo mallorqu?n de la larga vida del gran maestro. Como ap?ndice
al presente y somero art?culo ofrecemos a los lectores del BOLET?N
DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA las dos siguientes cartas, " cuya
copia debemos al erudito mallorqu?n D. Pedro Sampol.
De Don Marcelo a Quadrado: