64 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA "GALLEGA
discurso del Congreso Cat?lico de Burgos,'entre los publicados, y el .
serm?n de San Pedro en la catedral de Orense, el de la Dominica /
de Cuaresma de 1892, en la capilla de Palacio, y los pronunciados
ante auditorios de labriegos y niarine'ros en Cand?s, entre los menos
conocidos. Un juicio superficial, hace a?os bastante extendido,
hac?a a D. Marcelo un cl?rigo de tipo renacentista y est?tico, en el
sentido estrecho de ambos conceptos. Sab?a muy bien D. Marcelo
las disciplinas eclesi?sticas, y en su larga y fecunda vida el aposto
lado religioso no fu? excepci?n, sino regla constante.
En la colecci?n del Museo Balear no se encuentran, ' seg?n
nuestros amables informadores, las colaboraciones de D. Marcelo
a que se refiere sin indicarlas la biograf?a citada en la primera
edici?n del ?,Elogie del P. Feij?o ?. De Mallorca fu? tal vez para
D. Marcelo el principal, o uno de los m?s bellos frutos, la amistad
de Quadrado. En muchas ocasiones ?entre ellas el hermoso dis
curso en los Juegos Florales de Astorga en 1900 y en el pr?logo
conmovido de recuerdos patrios , a la Descripci?n Geogr?ficoHist?
rica . y Estad?stica de la ciudad de Astorga en noviembre de 1842
(manuscrito an?nimo)? se refiri? y glos? en divers?s tonos D. Mar
celo a las palabras de Quadrado sobre Astorga en el volumen Astu
rias y Le?n de la ilustre obra Espaila.Sus monumentos y Artes.
Su naturaleza e historia ?herbosa, yerma, callada, sin monumen
' tos casi y sin notables ruinas?. ?Herbosa, triste, callada! Pare
cen estas palabras un fragmento de la poes?a`de Nicomedes Pastor
D?az, evocan un dibujo de Valeriano B?cquer. Otro amor un?a a
D. Marcelo con Quadrado: la epigraf?a. Quadrado estuvo en As
torga en 1852, y antes que H?bner copi? casi todas las inscripciones
de las l?pidas romanas del c?lebre paseo de la Sinagoga, las que
despertaron en D. Marcelo y en D. Andr?s Mart?nez Salazar, ni?os,
el amor de la historia. En 1852 era D. Marcelo un estudiantill?'
travieso y alegre de nueve a?os. Con sentimiento dejamos aqu? la
noble figura de Quadrado, cuyo estudio como orador rom?ntico y
como adepto a la Est?tica de Schlegel con Piferrer, se propon?a
Men?ndez y Pelayo en los cap?tulos finales de las Ideas Est?ticas,
que no lleg? a escribir
Entre los manuscritos. de D. Marcelo figuran seis interesant?si
mas p?ginas de un cuaderno, dedicadas a la descripci?n de las cue
vas de. Art?, sin faltar el relato de algunas incidencias del viaje
?realizado en marzo. del 1876,. es decir, poco antes de su salida de