68 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
mente mi solicitud son las Conferencias de San Vicente, como pre
sidente de su concejo particular y en especial de la de la Seo; me
parece es el campo ?n que m?s eficaz y modestamente se puede tra
bajar. Estoy de periodismo hasta la punta de los cabellos; antes
de los esc?ndalos que est? dando ?l que se apellida' cat?lico y de las
parcialidades y preferencias que ha logrado introducir ?horresco
referens!? hasta en el cuerpo episcopal, ya lo miraba comoun tren
de batir ~d? fundici?n esencialmente liberal y que revienta muchas ,
veces en da?o de los que le manejan.
Ni el Sr. Maura ni el Sr. Taronji, sostenedores ambos de una
deplorable pol?mica, tienen puesto en est? catedral. El segundo
est? en Granada; de can?nigo del Sacro Monte, el otro trabaja infa
tigablemente aqu? en el p?lpito, en el confesonario, y lo que le
aplaudo menos, en la direcci?n del diario El ?ncora, aunque no sea .
en su l?nea de los peores. En este ' pa?s, relativamente estaciona
rio, escasean las novedades: el Colegio de Sta. Mar?a se deshizo y
Ferrer se ha establecido en Palma; el de Sta. Teresa, en el Pont
de Inca, va boyante bajo la direcci?n de Cruellas. Si no estuviera
usted tan lejos en lo que respecto de Mallorca bien merece el nom
bre de Extremadura, no le faltar?an en el de la Concepci?n aludi
nos mallorquines. ,
Pero yo escribo sin atender a las mudanzas que en cuarenta
meses pueden haber sobrevenido en su residencia yen su destino
de Vd. Espero y pido a Dios que si las ha habido hayan sido pr?s
peras "y tales cual merecen sus privilegiados talentos. S?lo esta
vez para quitarme la incertidumbre de si ha llegado a sus manos
esta carta, le suplico a Vd. conteste a plazo corto; yen esta inquie
tud y en la efusi?n de este escrito si le ha' hecho dudar al que bajo
mi largo silencio ver? Vd. una prueba de la sincera estimaci?n...?
R. OTERO PEDRAYO..
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