4 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
ches compostelanos elabor? D. Guillermo de Osma, o'el que compuso
D. Antonio L?pez Ferreiro acerca de los Fueros municipales de San
tiago y de su tierra.
?Que la gloria ilumine eternamente en este rinc?n occidental ?
su nombre, y que su obra perdure como ejemplo de honradez inte
? lect?al entre ;nosotros
Y esta, llama perenne del recuerdo quiero avivarla hoy, se?o
.res, al advenir a este Pico Sagro del intelecto gallego, por imperio
de ?ntimo y sobrenatural impulso, en honra de cuantos con ardien
teamor han llevado en alto el nombre de Galicia por los confines
del mundo, por cuantos han sido colaboradores de la irrenunciable
historia. de Espa?a, de la ?grande e general.? historia de Espa?a ??
que compendia la de esta tierra generosa, que tambi?n por galleg?s
ha sido forjada, ya que no ha habido ni legi?n romana, ni algara
contra, el mahometano, ni tercio de Flandes, ni regimiento de
Am?rica, ni navegaci?n, austral, ni aventura, ni combate, ni des
cubrimiento, "ni derrotero, ni lid, ni ruta, ni, empresa'de h?roes,
de sabios o de santos de la historia hispana a la que Galicia no haya
aportado su esfuerzo con grandeza. Y quiero reunir en este re
' cuerdo a todos los'hijos de este suelo dispersos por el mundo, a los
que son y a los que han sido,, a los que heridos por la saudade ?
? ? viven o fenecieron con el nombre de la Patria en los labios, aseen
dido del: coraz?n, a esos gallegos an?nimos de? los que apen?s con
serva su memoria alguna olvidada cr?nica y que, sin embargo, la e
braron hermosos minutos de la historia de la Humanidad. Aquel
ignoto orfebre que cincel? la coraza de An?bal, al decir 'de Silio
It?lico; aquel escudero de quien cuenta Pero Tafur que en Tierra
Santa, al ascender al monte sagrado donde ayun? el Se?or, ?por
. socorrer a una due?a cay? de encima de la monta?a e de que lleg?
abaxo iba fecho pedazos?; aquel veterano de la cuarta cohorte de
los sicambros, Lovessio, hijo de Materno, que milit? en Africa a las
?rdenes de Publio Cesernio Macedonio; aquel Sotomayor, nuestro
antepasado, embajador a la Persia remota; aquel Sanjurjo, lucha
dor con Cort?s enla virgen Am?rica; aquel Pita da Veiga, que
apresaba reyes; y aquel qua descubr?a tierras, y aquel que circun
naveg? con Elcano, y aquel que deslumbr? en Trento,'y aquel que
venci?` en Italia, y aquel, nuestro pariente mayor, que concord?
potestades, y aquel que ilustr? a su siglo, y aquel que se glorific?