26 joletin de la Rai Academia Gallega
general benepl?cito, y con fervoso aplauso, determinado estilo ?o es
cuela, si se quiere?, que se complace en exhumar los que considera
dos estaban como verdaderos arca?smos del lenguaje; con la ventaja
de que, en la mayorfa de los casos, resultan estas palabras y estas
frases, m?s expresivas, m?s gr?ficas, m?s pl?sticas que las que de
ordinario vi?nense empleando y que, ante el retorno a las antiguas y
puras fuentes del lenguaje, parece como constref?idas a batirse en
retirada.
En el idioma gallego no hay voces anticuadas, porque no ha
habido evoluci?n; lo que hubo, en realidad, fu? estancamiento tan
s?lo. Desde que el latfn comenz? a romancearse, los documentos
oficiales en Galicia escribi?ronse en gallego. Y fu? entonces cuando
tomaron forma y vida numerosas palabras, de catheter jurfd?co o
curialesco las unas, politico las otras, religioso ?stas, geogr?fico aqu?
llas...; voces y palabras que eran, a la saz?n, usadas y comprendidas
por doctos y profanos. Tenfa nuestra lengua regional, tan d?ctil como
extensa, explicaci?n para todo, y en ninguno de los ?rdenes de la
vide, en ning?n acto o circunstancia, desde el m?s solemne al m?s
humilde, tuvo jam?s que pedir en pr?stamo formes de expresi?n que
A las suyas propias no ya aventajaseii pero ni aun pudieran igualar
las. Dur? esto unos tree siglos, desde los comienzos del xii a las
postrimerfas del xtv, puce ya en el siguiente empieza a entreverarse
en el galaico sin mezcla el castellano influfdo por otras lenguas y,
desde luego, menos suave, menos vario, m?s esquinado, por eel deck
lo; sobre todo el castellauo oficial y oficinesco, ?rido, seco y pobre por
aquellos d?as, en que se nos ofrece como duro y anguloso esqueleto
del que doscientos af?os m?s tarde habfa de culminar, en espl?ndida
floraci?n, en las obras de los m?sticos, dramaturgos y novelistas del
Siglo de Oro.
Nutrido el castellano, desde sus comienzos, con la rice y fecunda
savia del gallego, desde el punto y hora en que aqu?l alcanza caracte
res de obligatorio en el mundo oficial, advi?rtese la natural?sima
transmutaci?n de eu enriquecimiento, mientras el gallego decae visi
blemente; en tanto que el castellano adquiere relieve, pastosidad y
brillo, nuestra lengua desmaya y esf?mase, acabando por constrefirse
a la conversaci?n vulgar y diaria, de l?xico m?s limitado y mezquino
de dfa en dia. Fu? ello natural consecuencia de la falta de cultivo,
que en los idiomas, coino en las plantas, ha de ser constante, diario,
atento y caricioso; de no ser asf, unos y otras degenerar?n inevitable
mente.