BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA 209
exacta, porque Andrade, por su car?cter bondadoso, era muy que
rido de sus vasallos, quienes se disputaron siempre el honor ,de?
acompa?arlo en todas sus expediciones militares. Pru?balo la de
1503, en que las tropas que condujo a la: conquista de Calabria es
taban, en su mayor?a, compuestas de gallegos, y sus principales
contingentes form?banlos los vecinos de Pruzos, Trasancos y otras
tierras de D. Fernando, que voluntariamente se alistaron para se
guir a su se?or. Y el propio conde de Fuensalida tuvo ocasi?n de
presenciar personalmente como en este mismo a?o de 1521 orga
niz? Andrade un ej?rcito de 5.000 hombres, reclutados casi todos
entre sus vasallos y familiares, para, pasar, en el siguiente de 1522,
a Italia, en favor del papa Adriano VI.
?Ahora, tomando al pie de la letra lo expresado por a Conde,
no es de extra?ar que los vasallos a que alude se negasen a ser
enviados al ej?rcito de. S. M. Su negativa obedecer?a a no ir An
drade con ellos, en cuyo caso quedar? demostrado el afecto que a
su se?or profesaban y la confianza que les inspiraba', pues no se
cre?an seguros siendo dirigidos y mandados por otro general' que no
fuese D. Fernando.?
La tenaz oposici?n de la ciudad de Betanzos di? por resultado
que el de Andrade y el arzobispo de Santiago, pese a su indiscuti
ble influencia,, se quedasen sin llegar a ser efectivamente capitanes
generales, y el conde de Fuensalida permaneci? en el puesto que
ven?a desempe?ando, sin perder ninguna de sus atribuciones.
Ello no parece que al 'de Andrade le haya contrariado gran
demente.
Algunos a?os despu?s en el de 1525? aparece como capit?n
general de Galicia, sin que conste que de esta vez hubiese oposi
ci?n a su nombramiento.
ANTONIO COUCEIRO FREIJONIIL.
(Continuar?).