424 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
orden social pertenec?an; en cambio el colector de la Vati
cana reputaba el t?tulo de Airas Nunes una distinci?n, por lo
que a?adi? a su nombre el de cl?rigo. En su concepto ello ?
no significaba prosapia de origen, pero s? una l?nea m?s ele
vada en la curva de. la inteligencia; y este eximio poeta, que
sin duda hubo de vencer los influjos occit?nicos, pregona en
la Edad Media su valor personal.
Despu?s de tiempos y desenga?os dej? de conjugar el'
. verbo amar. No le caus? la desilusi?n mayor pena, ni en sus
versos corre el torrente lacrimatorio de otros fracasaados;
?l empu?a su pluma y escribe una terrible, cuanto despiada
da, pero ver?dica, invectiva, contra la que arranc? de su alma
los acentos l?ricos m?s bellos. La vi? llena de vanidad y so
berbia, pintando las mejillas de ?berm.ello? , y coloreando
?as sobrecellas? ; oy? sus. palabras imprudentes en p?blico,
?dizendo en concello?; y el descoco presumiendo de ?ben
tallada?; y cuando la vi?, as? al desnudo, por dentro y por
fuera, se cans? de ella y la dej?.
El n?mero 1.134 es, pues, un serventesio moral. Huye
ron de ?l las visiones deleitables de la poes?a amorosa, que,
har? perenne su fama en el mundo; ahora buscar? asuntos
serios en los que explayar este nuevo yo que en ?l se mani
fiesta. De aquellas c?ntigas de a?oranzas y romer?as, como
la 458, en que vuela su coraz?n y cabalgan reyes, no quedar?
sino la sombra de Carlomagno; presidiendo las peregrinacio
nes reales; y nuestra imaginaci?n recordar? la miniatura del
C?dice Calixtino en donde Santiago muestra las estrellas guia
. doras, bajo las que el juglar durmi? y cant?.
Como a un af?n sustituye otro af?n, y la vida del hombre
se convierte en continuo quehacer, y como el Arcipreste ha
b?a dicho que
costumbre es de mancebos usada
querer siempre tener alguna enamorada,
Airas Nunes, poeta en flor, que no hab?a perdido la juventud
de esp?ritu, tuvo nueva enamorada, y ?sta fu? la verdad. Al
sentirse fil?sofo y moralista, al vestir la t?nica verde 'del
Maestro Veritas?, la doctrina hecha ciencia, 'que ?l apren