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Dolelin de la Real Academia Gallega 307
docenas de suscriptores a aquellas publicaciones, distribu?dos por
Galicia y Madrid, podian solazarse y enfervorizarse con la lecture,
de los ?Queixnmes? de Pondal, los ?Soaces? de Benito Losada, las
novelas y novelitas de Vicetto, Ribalta y Amor Meil?n, los cuentos
de Ar?valo, las poesias de Posada, Neira Cancela, Garcia Ferreiro,
A??n, Barcia Caballero, Aureliano Pereira, Aurelio Aguirre, Sofia
Casanova, Eladio Rodriguez, los estudios y narraciones hist?ricos
de L?pez Ferreiro, las leyendas y tradiciones de Cid Hermida, las
siluetas de Lisardo Barreiro, los ensayos filol?gicos de Gonz?lez
Besada y Antonio de la Iglesia, las impresiones de viaje de P?rez
Nieva, los trabajos biogr?ficos y cr?ticos con que L?pez Pel?ez y
Marcelo Macias, estos dos ilustres leoneses, contribuyeron a tejer la
corona de gloria de aquellos dos benedictinos, cumbres de su siglo,
el Padre Sarmiento y el Padre Feij?o...
El Arealde, con su elocuencia y el calor que la sinceridad y el
cari?o ponen on sus palabras, ha dicho el elogio de la labor paciente
y benem?rita, de la producci?n de Martinez Salazar durante medio
siglo. Yo he de a?adir que : de esa labor destaca, aromada por el
m?s acendrado afecto, por el inagotable amor a esta ciudad, la que
dedic? a ensalzar a los h?roes coru?eses, a nuestras instituciones
populares, a escudri?ar nuestro abolengo ciudadano, abrillantando
con la exhumaci?n de la verdad hist?rica los prestigios de nuestra
urbe: que el t?tulo m?s preciado de aquel hombre, que renunci?
condecoraciones y jam?s exhibi? sus timbres de nobleza, fu? el de
Cronista de la Coruna.
Pero perdonad, senores, a un hijo devoto de la memoria de su
padre se atreva a proclamar m?ritos y virtudes presentes al espiritu
de cuantos le conocisteis. Es quo no habla solamente el hijo agra
decido ante este gratisimo tributo; es quo habla el gallego, el corm
??s enamorado de su ciudad que se c?mplace y entusiasma cada vez
que la encantadora Marineda hace resaltar los nombres de aquellos
que la han enalt?cido, present?ndolos como un ejemplo de lo que
pueden la fe, el tes?n, el esfuerzo cuotidiano, consagrados de por
vide a hacer pueblo. Y hacer pueblo es indagar, recoger, desempol
var y ostentar ante el mundo los valores de nuestra lengua, de
nuestra literatura y de nuestra historia.
Senor Alcalde; Excmo. Ayuntamiento de esta mi noble y que
rida ciudad; hermanos de la Colonia astorgana; representantes de la
?lustre Ast?rica Augusta, cuna de tantas insignes cumbres del
hero?smo y la mentalidad hispanos; amigos gallegos:
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