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76 Dolettn de la Tteal '51'cademia 6alleg?
teniente de vetustas relaci??es mar?timas que te??an ?l car?cter' de colo
=adoras, entre la galiciana tierra de los ?rtabros, caracterizada,` cual
consignan los ge?grafos griegos y romanos, por el Ortegal, al que deno
minan Promontorium Artabrum, y las de los albiones e hiberniol. Lan
cemos ahora una mirada hacia el m?s antiguo document? existente con
respecto al occidente de Europa, cuyas fuentes se remontan, seg?n los
doctos, al' siglo vi antes de J. C. la ya mentada ' Orae Maritimae, de
Avienus, y veamos lo que podemos columbrar referente a esta na
vegaci?n.
Al efecto, en los versos iio a 120, nos dice el vate latino "Avienus,
apoy?ndose en el testimonio del viejo periplo p?nico, seg?n unos, o
griego massaliota, como quieren otros, de que principalmente se ha ser
vid? para' componer su famoso poema geogr?fico, que era costumbre
de los tartesios ir a negociar en los l?mites de los oestrimnios y que tan1
bi?n los colonos de Cartago y la gente que se mueve entre las colum
nas de H?rcules frecuentaba estos mares.
Los oestrimnios, para algunos (y no mentar?, para abreviar, m?s
qu? las opiniones de mayor autoridad cient?fica en la materia), eran los
del gran golfo que en su desembocadura atl?ntica forma el Canal de la
Mancha, y para otros, los del ?ngulo sudoeste de la Pen?nsula ib?rica,
donde avanza al Oc?ano el Cabo de San Vicente; no faltando quienes'
los coloquen en Galicia, ya en torno del Finisterre, ya del Ortegal. Pero
la primera de las mentadas interpretaciones, que sit?a los oestrimnios en
torno del Canal de la Mancha, es la que actualmente goza de mayor cr?
dito y, en mi humilde` concepto, la m?s razonable, .porque, aparte de
otras muchas circunstancias que la abonan y dan fuerza, la menci?n del
pr?montorio, seno e islas oestr?mnicas, 'entra?a en el viejo periplo idea
de unos lugares remotos y de consiguiente de una navegaci?n muy
arriesgada y prolongada, y en este sentido no puede considerarse ,?l'Cabo
de San Vicente con respecto a la m?s antigua ciudad de Occidente:
Tartessos, donde los segundos quieren situar el l?mite de las expediciones
mar?timas d?' aquellos audaces nautas y activos mercaderes' tartesios,
existentes ya en el segundo milenario de la antiera, cuyo solar `se busca
ahora afanosamente en la desembocadura del Guadalquivir. En concepto ,
del alem?n Ad?lfo Schulten, ?el viaje de Ulises a la tierra de los Lestri
gones, donde la noche y el d?a se dan la mano, y ?l pa?s de `los kimerios,
en donde reina una noche eterna?, significa, seg?n el sistema de Ho
mero, las comarcas septentrionales del Mar del Norte, conocidas ya sin
duda, por los tartesios que comerciaban con Inglaterra, y por mediaci?n
de ?stos, de los ?focenses. ?Otras aventuras de otros h?roes? a?ade