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Dolelfn de la Academia Gallega 137
mero de cantores quc hoy obedece a la plantilla sefialada por el
Concordato para Beneficiadosm?sicos, y en aquella ?poca eran
nombrados por el Cabildo en mayor n?mero, porque contaba con
cuantiosas rentas para sostenerlos?, los instrumentistas son tantos
en la actualidad como 'los que en el art?culo se enumeran; ?nica
mente ban variado los sueldos que percib?an, puesto que en tiem
po del maestro L?pez estaban bien dotados y hoy se hallan ate
nidos a una mis?rrima retribuci?n, consecuencia leg?tima de la
angustiosa siluaci?n econ?mica porque atraviesa la f?brica de la
Catedral.
La desaz?n y extraneza experimentada por el ardor del ar
t?culo tiene muy f?cil y clara explicaci?n: d?sde 1793 a 1900, han
variado radicalmente la mantra, los medios y los caminos del
arte de la m?sic?, y para que el Cabildo eompostelano tuvicse
una orquesta que, con relaci?n a estos ticmpos, fuese Como la quo
dirig?a D. Melchor L?pez con relaci?n a los suyos, tendr?a que ?
poner a sueldo la Sinf?nica de Arh?s, lo cual ni es hacedero ni
ser?a propio de la seriedad que la liturgia exige.
He terminado este mi poco ameno trabajo quo con pacien
cia ejemplar babas tenido la bondad de oir; puede quo no haya
logrado complaceros. De m? s? decir que todo el tiempo que he
invertido en ordenar estos apuntes, to he pasado con la compla.
cencia y el gozo que experimenta el qu?, despu?s de una larga
ausencia, expansiona su coraz?n en ?ntimo coloquio con los ami
gos de todo su carifio; as? sabr?is perdonarme el gue haya des
cendido a narrar detalles minuciosos y tambi?n a extenderme al
g?n tanto en cuestiones de tecnicismo; si no otra cosa, al men;os
habr? logrado que la memoria de una corporaci?n tan digna de es
lima como es la Capilla de M?sica dc la Catedral de Santiago,
no ilegue a borrarse por completo andando los aiios, y que su his
toria, siquiera sea compendiosa y mal contada, quede, como nota .
curiosa, en el archive, de la docta y benem?rita Real Academia
Gallega.
He dicho.