Los VIV?PAROS'Y LA PSICOLOG?A ANIMAL EN EL P. FELIO0 39
del cabrito. A?ade que resiste al fuego pero no al martillo w, en
lo cual estaba acertado.
Como la sangre, 'juegan papel los cuernos de algunas bes
tias, tanto en lo tocante a farmacopea. como ?y esto es peor
en la superstici?n y en el diab?lico aquelarre. Ya hemos visto
como el Padre Maestro cae en el error, de la piedra de la ser
piente, que consiste en un pedazo de cuerno de ciervo, tostado;
el cual tiene virtud .contra las mordeduras de los ofidios y los
! tumores venenosos. Prueba la eficacia con varios experimentos
entre los cuales cita' el del Obispo de Mondo?edo, don Antonio
Sarmiento y Soto Mayor curado de un desconocid?simo grano,
I Por este procedimiento, que un chino hab?a ense?ado a un fran
ciscano. No contento con admitir este remedio, hace el siguien
te elogio:
"?En el cuerno de Ciervo tenemos una cornucopia verda
dera y real, harto m?s preciosa que la fingida de Amaltea. Aca
zo en las astas de este medio dom?stico bruto logramos todas
las virtudes, y aun m?s que las que se atribuyen al Uni
cornio" ".
Antes del descubrimiento de los Rayos X como si el deseo
de ver lo oculto preocupase la curiosidad humana, y se vislum
brase su posibilidad, se atribuy? al lince la propiedad de regis
trar el interior de los cuerpos opacos. En el Teatro Cr?tico se
niega rotundamente que esto suceda "porque no puede verse el
objeto, sino seg?n la superficie de donde la luz hace reflexi?n".
Desconoc?a Feijoo la reflexi?n y la refracci?n en la cual se
basan los Rayos X. Su razonamiento era v?lido en su ?poca,
corno tambi?n estaba acertado al negarle al lince la virtud de
ver el interior de los cuerpos opacos.
Convencido de 'que el alimento es imprencindible para la
vida, no cree que los animales puedan prescindir de tan peren
toria necesidad la cual, pod?a admitirse en su siglo. Hoy sabe
oros que algunos animales pasan aletargados o durmiendo hasta
cuatro meses, y durante tal largo per?odo, poco o nada comen.
De la bebida no es el camello, como cree el vulgo, el verda
i clerocampe?n en resistir la sed. Sin salir de los mam?feros, hay
especies que, tal vez, pasen la vida sin beber, y no son raras las
que Prueban el agua muy pocas veces. Los orix africanos, ver
Cartas, II, Carta 19 toda ella.
" Teatro, II, Disc. II, n?m. 52.