89J poletln de la Academia Sallcg
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ca vern?cula, el Guernikakocirbola vasco. "' A ello sin duda se
presta la entonaci?n vigorosa del ` zortzico, que contribuye, no `obs
tante su origen de aire de' danza, a mantener latente e1 anhelo
nunca interrumpido de un pueblo que vela por la ititangibilidad
de sus libertades tradicionales. El ideal patri?tico que exalta en
hora suprema el alma del bardo Iparraguirre y se transmite a las`
gencraciones sucesivas. De ah? tambi?n la vida imperecedera de
La Marsellesa, inspirada para la gloria de Rouget de l'Isle, por la
declaraci?n de guerra de Francia a Austria en 1792, y la conver
si?n en Himno nacional por la revoluci?n hist?rica de 1793.
Cuando los Himnos est?n influidos por ideates patri?ticos
de los quo unen a los pueblos en apretado haz die sentimientos y
voluntades, la vida que adquieren vence irresstiblemente a
los desvios del tiempo. No asi cuando evocan luchas fratricidas
o ensalzan figuras de caudillos o aventureros politicos. Entonces no
alcanzan m?s duraci?n que la circunstancial, de que nos ofrece
abundantes testimonios el copiosisimo florilegio patri?tico o patrio
tero espa?ol desde los comienzos del siglo xix hasta la restaura
ci?n borb?nica de 1875. Y triste designio el de los compositores.
No habr? sido cruel sometiendo sus lucubraciones a las rigideces
inexorables de la critica, pero lo fu? en cuanto hubo de condenar
los a desincorporarse de su propia obra, perd??ndose sus nombres ?
en el inmenso vacio de lo inc?gnito o pasando completamente in
advertidos. Ejemplo, el mismo ?Himno de Riego?, que acaba de
ser exhumado de la tumba donde tranquilamente dorm?a el sue?o
del olvido.
Y es que los Himnos despiertan et entusiasmo y conmueven el
alma de las muchedumbres, no por lo que intr?nsccamente .valen
sino por lo que extr?nsecamente significan.
Mostr?monos respetuosos con lo que impuso el privilegio de la
prioridad y sancion? el asentimiento p?blico. Alguien dijo de
Apoio que invent? el soneto para tormento de los poetas. No ten
games quo atribuirle tambi?n la invenci?n del Himno para sacri
ficio de los m?sicos. Sean cualesquiera la relatividad del m?rito
musical del de Galicia y el rigor de asimilaci?n que se pretenda
exig?rsele con relaci?n a la letra, no puede negarse el derecho que
contrajo a perenne supervivencia, compartiendo come comparte e1
alto y noble ideal quc .inflam? la mente del poeta.
INDALECIO VARELA LENZANO.
Lugo, Junio de 1031.