. 218 Doletfn de la Real 5cademia :6all'ega
? Como veis, no hago otra cosa sino recogerren el frondosisimo jardin
de Curros, alguna que otra de las innumerables flor?s que lo esmaltan.
Y a?n cuando me he propuesto luchar con todas mis fuerzas contra la
? poderosa sugesti?n que me incita a detenerme a cada paso ante las gala
n?simas corolas de que el pensil se halla cuajado, no resisto a la de daros
a conocer algunas de las nacidas bajo el ardiente sol de Cuba y engala
nadas con la esplendidez propia de la naturaleza tropical.
A la mujer cabana cant? Curros en unas ?ureas estancias, donde pa
rece que al contacto de aquella naturaleza, se enciende el esp?ritu de
nuestro compatriota en llamas abrasadoras, y despliega tal pompa y po?
derio, ostenta tan policroma riqueza de matices, imprime a las palabras`
tan robustas y musicales vibraciones, que nos preguntamos asombrados
si es posible que la inspiraci?n de donde brot? tal torrente de luminosa
pedrer?a haya nacido bajo el dulce cielo de Galicia, acariciada por sus
p?lidas bretemas, y no se haya formado entre los incendios y esplendores
del sol de los tr?picos.
Como un d?a surgi? la Venus griega
del misterioso seno de los mares,
el pie en la espuma que en su torno juega,
la frente en los espacios estelares,
as? la ola rompiendo cristalina
que besa en paz la playa americana,
casta y gentil aparici?n divina,
surgi? a mis ojos la mujer cabana.
Y al ver surgir la espl?ndida aparici?n ya nos imaginamos cu?n so
berbio collar de fulgentes piedras va a teger la soberana fantasia del poeta ?
en honor y alabanza del objeto de sus admiraciones. Preferir algunas,
entre las valiosisimas preseas del engarce, j?zgolo imposible; asi despren
der?, para vuestro deleite, unas pocas, no por mejores, sino recogidas al
azar.
El coro de las Gracias, a su paso,
ti?ndele sus gnirnaldas por alfombra,
y tanto sol no se hunde en el ocaso
como de sus pestafias tras la sombra.
R?e, y la risa de sus labios rojos
ba?a en ondas de luz los corazones;
llora, y parece que sus grandes ojos
vierten, en vez de l?grimas, perdones.