BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
José Fontenla Leal
nos si quieren tener conciencia de su valer. Así hicieron Galicia y La Coruña con sus demostraciones de duelo ante los restos del gran Pondal y del ilustre Chané. Luego presenciamos, llena nuestra alma de emoción, también cómo perdura el recuerdo entre todos, de otro gallego insigne, del inmortal Curros Enríquez. La devoción que a su memoria guarda el pueblo coruñés en su anual visita al cementerio en la triste efemérides de la muerte del poeta, nos ha llenado de consuelo y de esperanzas. Partimos satisfechos. Al despedirnos de todos, mejor dicho, al dirigiros un expresivo y un esperanzado ?¡Hasta luego!?, tened la seguridad de que seremos intérpretes ante nuestros hermanos de vuestros nobilísimos sentimientos y deseos, y gran satisfacción y espíritu de aliento será para ellos el saber que así como nosotros allá, vosotros aquí, trabajamos todos en la santa obra del resurgimiento regional, del que son signos evidentes de próspera vida los actos que acabamos de presenciar. Adelante en tan santa empresa. Tengamos fe y esperanza, en las energías de nuestra raza, hoy dormidas, no muertas, está el secreto de nuestro porvenir y regeneración.
O ansiado local Meses despois de retornado a Cuba, o 9 de decembro, en carta a Murguía (Dobarro 2000: 19) manifesta a súa preocupación polos problemas co local
Nos enteramos del asunto relacionado con el local que nos tiene ofrecido el Municipio de esa capital, lo que hicieron no nos estraña, puede V. asegurar que no ha sido por falta de enerjia [sic]: si, miedo a perder los votos. Si estuviera de alcalde el señor Casas, no sucederia lo que paso Galicia ganaria, pues todo lo que se establecia en el edificio, hera conbeniente [sic] para nuestra infeliz patria, en manos de los obreros, maldito lo que ganamos.
A petición de local reitérana en sucesivas ocasións (vid. Anexo XVII), ata que o 28 de xuño de 1919 o concelleiro e académico correspondente José Iglesias Roura presentou unha proposición manifestanto entre outras cousas
La pobreza y mezquindad con que se halla instalada la Real Academia Gallega, ocupando un piso alquilado que sólo reune las condiciones de una modesta vivienda particular, obligan una vez más al Concejal que suscribe a dirigirse a la Corporación Municipal con un ruego que seguramente ha de ser atendido, ya que así lo aconseja el decoro de Galicia, el buen nombre de la Coruña y la dignidad y el prestigio mismo de aquel importante organismo literario de la región [...] Y puesto que en el Palacio Municipal están por el momento instaladas con relati
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