José Fontenla Leal
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
Fontenla e un home ademirabre. Un home pra quen todolos agarimos e todolos homenaxes parécennos pequenos. Fontenla e Fray Exemplo. A NOSA TERRA ó escribir o seu nome honrado, énchese de ledicia. ¡Bon hirmán, ben vido á tua terra! Nos cos brazos abertos agardábamoste sempre. Todolos bos gallegos deben estreitar tua man con orgulo. Pra nos eres mais personaxe que moitos señoritos de campanillas que aquí chegaron pra facer de chufós. O Centro Gallego da Habana honrouse nomeándote seu representante.
Durante as dúas semanas de permanencia na terra visitou Santiago e Ferrol e tivo que asistir ao enterro de Pondal, a quen lle encargara a letra do himno. Tamén se interesou pola marcha da Academia, sobre todo pola cesión do local por parte do Concello, sobre o que falou co alcalde Manuel Casás. O día 21 do mesmo marzo retornaban para a Habana. Ese día, La Voz de Galicia inseraba unha carta de despedida dos visitantes
A TODA GALICIA Al regresar a Cuba, cumplida la triste misión encomendada por nuestros hermanos de aquella Isla, de acompañar a la madre patria los restos mortales del ilustre compositor gallego Castro Chané, cúmplenos dar en nuestro nombre y en el de nuestros representados, las más efusivas gracias por las atenciones recibidas de todos, pueblo, autoridades y prensa, atenciones debidas a la representación que ostentamos y no a nuestras humildes personalidades. Al recibir los venerandos restos del maestro Chané, el pueblo de La Coruña y las representaciones de la región en ella congregadas, nos han demostrado cuán alto vibra en el corazón gallego el cariño y afecto hacia todos aquellos sus hijos que enaltecen el nombre de la patria. El agradecimiento de los representados por nosotros, el de la afligida familia y el nuestro perdurará tanto como el recuerdo de la inolvidable manifestación de duelo que hemos presenciado. Y como si el destino quisiera darnos otro triste motivo para que pudiéramos ser testigos de mayor excepción en este moderno resurgimiento del alma colectiva gallega, tocónos asistir a la no menos efusiva popular demostración de pena con motivo del fallecimiento del ilustre bardo gallego D. Eduardo Pondal. Gran consuelo fue para nuestras almas ver a todo un pueblo rendir honores reales, no a un potentado ni a un dispensador de mercedes y que deja tras de sí quienes puedan seguir satisfaciendo ambiciones personales, sino a uno de los suyos, al poeta que mejor sintió a un pueblo y a sus ansias reivindicadoras. Así deben ser los pueblos dig
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Nº 362